Hoy, con mucho entusiasmo y afán, (había recibido muy buenas críticas), he visitado "Per laberints", la última exposición inagurada en el CCCB de Barcelona, diseñada y comisariada por el conocido Oscar Tusquets con la colaboración de Jorge Wagensberg. Notarlos, entenderlos y diferenciarlos, son las cuestiones que la exposición aborda, repasa su concepto, su representación y su vigencia. La sala se ha transformado para albergarlos en un espacio insólito y misterioso, la propia instalación es laberíntica, recobecos incluidos. Podemos ver desde piezas arqueológicas hasta maquetas de proyectos fotografías y proyecciones, acompañadas por enigmáticos sonidos. Muchas cosas me han sorprendido; la escultura de Subirachs, las fotografías de Richard Long, la maqueta de "La casa del laberint" de Oscar Tusquets, y la presencia de Chaplin en unos visuales. Y la de Bowie. Los laberintos atraen, según dice el prólogo del catálogo escrito por el célebre Umberto Eco, porque de alguna forma, hablan de la condición humana: "hay infinitas situaciones a las que es fácil entrar pero difícil salir". ¿Nos gustará complicarnos? Una frase, me ha invitado a darle al casco al salir: "La memoria guarda sobretodo los errores". Y es cierto, primero necesitamos equivocarnos para saber que camino escoger, que escojamos el bueno a la primera, ya depende de una buena intuición y del azar. Te gusten los laberintos o no, se merece las buenas críticas que recibe, como uno de ellos, la exposición te atrapa y ameniza una tarde. Hasta el 9 de Enero.
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(Fotografía: Laberint d'Horta, Barcelona, 2010).
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